miércoles, 18 de febrero de 2015

La vida como un salto de altura

Este es un pequeño homenaje a mi pequeña gran pasión. A mi vía de escape, a la salida de emergencia. Porque me ha dado alegrías, me ha ayudado a conocerme más. Porque gracias a ello crezco poco a poco y porque he conocido a las mejores personas que puede haber.
Creemos que el atletismo es un deporte individual, pero no, en la pista el único obstáculo eres tú mismo, pero en los entrenamientos necesitas del equipo para crecer y mejorar. Y ellos son los mejores.

El salto de altura.

Podemos definir el salto en tres fases:

La primera fase es la carrera, en la que cada apoyo cuenta y suma. Es corta pero intensa, corta pero fundamental para el salto.
La carrera es cómo nuestros pasos en la vida, cada paso es pequeño pero cada uno cuenta. Un sólo paso quizás no signifique nada, pero la suma de todos ellos marcan todo nuestro recorrido.

La segunda fase es la batida. En una milésima de segundo se deposita en un único pie toda la fuerza de la carrera.
En un momento decisivo de la vida tenemos que tomar una decisión y ella viene marcada por todos los pasos que hemos ido dando hasta ese momento.

Por último tenemos la fase del arqueo y caída. Esta es la fase del todo o nada. Si el listón se mantiene habremos conseguido nuestro objetivo, si el listón cae es porque algún error hemos cometido.
En la vida es la fase en la que la moneda está en el aire, en la que hemos tomado la decisión y vienen las consecuencias. A veces buenas o a veces malas. Si son buenas es que hemos tomado la decisión correcta, si no lo es, al menos hemos decidido arriesgarnos y aunque no hayamos ganado, hemos aprendido.

La fase del arqueo es la mejor fase del salto, es una sensación de volar, de que nada existe salvo tú en ese momento superando un listón. La sensación de superar obstáculos en la vida. La sensación que te hace aprender y crecer.

Sólo logras avanzar si te pones el listón bien alto porque lucharás por alcanzar esos sueños. Recuerda que debes dejar el miedo escondido porque si no se encargará de que veas el listón inalcanzable.

Cuando superas el listón y mejoras tu marca, ese momento, es indescriptible. Esa alegría, esa sensación de saber que estás haciendo las cosas bien. Esa felicidad que te invade porque te estás demostrando que la lucha constante ha servido. Esa alegría en la vida de conseguir las metas que te propones.
Y aunque a veces parezca que los resultados no llegan, que no logras tus objetivos, nunca abandones porque lo mejor está por llegar. Hay quien lo consigue a la primera pero la mayoría de nosotros podemos caer 1 o 1000 veces y siempre debemos levantarnos para lograrlo.

Cada entrenamiento es decisivo, cada entrenamiento es una pequeña suma de esfuerzo que se te presentará en el salto a modo de recompensa. Cada pequeña caída, cada golpe contra el listón es una nueva oportunidad de levantarte y seguir luchando.
Porque todo el mundo cae alguna vez o muchas veces, pero lo importante es saber levantarse y nunca jamás abandonar.

Por muy difícil que parezca, por muy alto que esté el listón no existirá ninguna razón para dejarlo porque todo se consigue con esfuerzo.

Ahora a coger carrerilla, un buen impulso y enfrentarse a la vida con ganas de superar listones.







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