lunes, 4 de mayo de 2015

Tu me rompiste, pero sólo tu podías arreglarme.

Aquellos días volví a revivir tiempos pasados.
De repente sentí como si nunca hubiese acabado, como si aquellos meses jamás hubiesen existido, como si hubiese sido un paréntesis vacío.
Eras tal y como te conocí, te brillaban los ojos mientras tus palabras te delataban. Hiciste algo que jamás hubiese imaginado y lograste entrar de lleno por la puerta grande. Y fue en aquel momento cuando me volví a imaginar junto a ti. Y sonreí.
Pero de repente volviste a caer en aquella absurda idea que se solía apoderar de ti, aquella en la que te tratabas de convencer a ti mismo de que no me podías hacer feliz.
¡Que tontería! si mi sonrisa lleva tu nombre. 
Aquella curva aparecía en mi rostro solo de pensar que aún no te habías olvidado de mi.
Y es que los días que más feliz he sido, estabas tú a mi lado.

Me di cuenta de que mis alegrías sólo eran alegrías si las compartía contigo.
Y fui feliz durante aquellos días en los que pude contarte todo, en los que las ganas se apoderaron de nosotros para ponernos al día de aquellos meses en los que el miedo y el orgullo no nos habían permitido hablar. Y fue aquella casualidad del destino la que nos volvió a juntar.


domingo, 3 de mayo de 2015

Sin duda te escogería a ti

Te lleva en su interior. 9 meses de espera para verte de la carita, 9 largos meses en los que sueña con tenerte entre sus brazos y poder conocerte.

Ella, que da la vida por dártela a ti, que sufre como nadie mientras naces y que aunque el cordón umbilical os separe, queda algo de entre vosotros /as que os une para siempre. Esa complicidad, miradas que lo dicen todo.
Con ellas nunca existen secretos, porque son los Reyes Magos y el Ratoncito Pérez, y  por eso lo saben todo.
Porque ellas son quienes te recogen del suelo, te curan las heridas, te abrigan y no se acuestan hasta que no llegas a casa.

Porque en especial la mía es perfecta, amiga además de madre. Porque sacrifica sus tardes por acompañarme, y porque me ayuda siempre que lo necesito.
Porque se alegra de cada logro como si fuese suyo, y sufre por cada lagrima como si fuese suya.
Porque Mamá, si me diesen la opción de elegir en otra vida como querría que fuese mi madre, sin duda te escogería a ti.

Gracias, gracias y mil gracias, aunque no hay palabras para demostrarte todo lo que siento y pienso.
Porque sigamos viviendo grandes momentos juntas y continuemos de la mano en cada paso que demos.

Te Quiero Mamá :)

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