miércoles, 18 de marzo de 2015

Ilusiona, da la espalda y sonríe

Aquella vez se prometió que sería la última, que no volverían a recorrer sus lágrimas aquellas dulces mejillas en mucho tiempo. Pero semanas más tarde, tímidas gotas se adueñaron de nuevo de su rostro.
Aquellas lágrimas no dolían sino que eran lágrimas de ilusión, esperanza. Lágrimas que guardaban todo lo que su boca callaba, que gritaban todo lo que no era capaz de expresar.
Aquel día entendió que aunque en el momento las cosas no saliesen como deseaba, todo tenía un por qué, una razón.

Se tropezó con una piedra una y otra vez, y al final se cayó. La vida le golpeó por la izquierda y también por la derecha. Las nubes cubrían las manos que le tendían para ayudarle a levantarse. Y cuando por fin cogió fuerzas para seguir enfrentándose a la vida, esta le volvió a tirar.

Ya no quedaban esperanzas en su interior, aunque sabía que ya había perdido todo lo que tenía y que ya no podía perder nada más. Y en aquel momento, en el instante más confuso de su vida, se plantó ante ella la mejor oportunidad, algo que no esperaba.
Entonces sacó fuerzas de donde no las tenía, se arriesgó y se subió al barco de sus deseos, aquel barco de vela que llevaba como mejor compañero de viaje al viento, el encargado de ir acercándole poco a poco a su destino, a sus sueños.

Y ahí está ahora, llena de ilusión, de esperanza, de felicidad y deseando que el viento sea un buen compañero, que sople con fuerza empujándole hacia sus metas, y que este sea el inicio de un largo y bonito camino en el que vaya recogiendo sueños cumplidos.





Porque la vida te ilusiona para después darte la espalda y por último sonreírte.


domingo, 8 de marzo de 2015

De la zancada a la gloria

No sabía que aquel 22 de febrero de 2015 cumpliría sus sueños.
Se enfrentaba una vez más, como tantas veces antes había hecho, al foso de arena. Talonó sus 18 apoyos y se preparó para comenzar la competición.

Un primer salto nulo, un segundo intento de 16.41 y a la tercera se cumplió eso de que va la vencida. Ahí lo tenía guardado, deseando salir, cada apoyo iba desvelando lo que iba a suceder. Cada apoyo se clavaba en la pista con fuerza, una fuerza que le impulsaba hacia delante, y más adelante y aún más, hasta volar.
Un vuelo en el que superó toda barrera, un vuelo único, un vuelo que sólo él fue capaz de realizar. Aquel momento en el aire le llevó hasta los 17.03. Le llevó hacia un récord de España, hacia una marca que jamás ningún atleta español había logrado. Una zancada que le llevó a la gloria, y una ciudad llamada Antequera que fue testigo de este momento histórico.

Con ese salto se colgó la medalla de oro convirtiéndose así en el campeón de España de triple salto a sus 22 años, se llevó consigo un récord del mundo y desde aquel salto pasó a la historia como el primer atleta español en superar los 17m.

Pero se aplicó eso de que no hay nada imposible y que hay que seguir luchando. Y voló, voló hasta el O2 de Praga. Voló para aterrizar a 17.04m dejando su huella bien marcada en la arena.
Se llevó de nuevo bajo el brazo un nuevo récord de España superando su propio registro. Se llevó una medalla de plata con sabor a oro convirtiéndose en subcampeón de Europa. Dejando en aquel pódium una huella para la historia porque sólo los que sueñan con cosas grandes pueden hacerlo realidad.

En tres semanas logró cumplir todos sus sueños, pero los sueños no tienen fin y aún quedan muchos por cumplir. Una juventud basada en el esfuerzo, en la lucha y la constancia. Una juventud en la que compagina su pasión por el triple salto con sus estudios de criminología.
Una juventud en la que pasó de ser un joven que "disfruta" de la vida a disfrutar la vida de una manera diferente. A disfrutar la vida a través de entrenamientos para obtener su recompensa, ¡y qué recompensa!

A veces, lo importante en la vida no es sólo disfrutarla tú, sino hacer que los demás disfruten. Y así lo has hecho y por ello la vida te recompensa con la medalla de oro por hacernos vivir y soñar contigo cada salto, cada pisada, cada batida y cada caída al foso.

Porque con aquella zancada alcanzaste la gloria. Porque aquel salto fue el inicio de una gran carrera profesional. Porque has demostrado que nada es imposible.

Gracias por hacernos disfrutar, por llevar a lo más alto el atletismo y por hacer que los periódicos llenen más de una columna hablando sobre ello. Yo te hubiese puesto en la portada, porque goles se marcan muchos, pero la historia no se escribe todos los días.

es.eurosport.yahoo.com

¡Enhorabuena y mucha suerte campeón!

Foto:Patricia Sarrapio




domingo, 1 de marzo de 2015

Maleta en mano

Maleta en mano decidieron emprender una aventura. 
No fue una huida sino la búsqueda de aires nuevos. El espacio de tiempo no muy largo, más bien breve diría yo.
Su mejor compañera de viaje fue la risa, pues no pararon de reír en todo momento, de disfrutar, de saborear cada segundo perdidas en aquella ciudad medieval.

Los recuerdos invadieron sus cámaras, sabían que jamás se arrepentirían de aquel viaje. Encontraron la mejor banda sonora para aquella película en forma de viaje.
Los callejones y miradores se convirtieron en grandes escenarios. Aquellas torres de catedrales, del Alcázar y los enormes monumentos, no fueron capaces de hacerlas sombra. Ellas brillaban por sí solas, sus sonrisas resplandecían en sus rostros.

En esta vida hay que encontrar a los buenos compañeros de viaje, porque de esta manera cualquier lugar será más bonito de lo que realmente es, si lo compartes con las personas adecuadas.
Porque viajar es la única cosa que compras que te hace más rico.

De esta manera Toledo adquirió un sabor más dulce, más alegre y más madrileño.


Y aquella bonita ciudad medieval se hicieron una promesa...