miércoles, 25 de febrero de 2015

Por y para vosotros

Hoy os dedico esto a todos vosotros que habéis hecho posible la llegada a las 1000 visitas y agradeceros vuestro apoyo.
Gracias por dedicar una pequeña parte de vuestro tiempo en leer lo que escribo, gracias por mostrarme vuestras opiniones y por animarme a seguir escribiendo.

Comencé este blog tras una mala etapa como forma de desahogarme, como terapia, y la verdad que me sirvió. Cada texto que publicaba era una pequeña espinita que se iba yendo. Y gracias a esos baches de la vida me vino la inspiración.
Es cierto que la mayoría de los textos son tristes porque en aquellos momentos todo parecía oscuro, pero prometo con el paso del tiempo escribir sobre distintos temas y a poder ser más alegres, de tal manera que todos podáis sentiros identificados con alguno.

Ahora mismo este blog se ha convertido en una parte de mí, cada experiencia vivida o cada cosa que veo la traduzco a un texto y la desarrollo para poder compartirlo con vosotros.

Quiero agradecer a mi querida atleta Patricia Sarrapio por inspirarme y dejarme escribir sobre ella, porque gracias a la entrada "Campeona de triple y de la vida" han crecido sin parar las visitas. Por lo que muchas gracias a todos los atletas (y no atletas) que han leído esta entrada y han sumado un granito de apoyo al atletismo al igual que la entrada "La vida como un salto de altura"
Y "La pieza de tu vida" que ocupa la tercera posición de las entradas más leídas.

Gracias a todos los que me habéis inspirado, a mi hermana que fue la que descubrió mis textos y se enfadó porque no los publicaba, porque gracias a ella este blog se ha convertido en una parte de mí.
A mis padres, en especial a mi madre que suele darle el visto bueno a lo que escribo. Y a todas ellas que siempre me dan su opinión y me animan a que siga escribiendo.

Esto va por y para todos, tanto los que conozco como los anónimos que me leen. No tengo suficientes palabras de agradecimiento para deciros.


Sólo diré:
 Las cosas grandes llegan con pasitos pequeños


GRACIAS






(Ya sumamos 1080)


martes, 24 de febrero de 2015

Que se acabe el frío invierno y llegue la primavera


Tras un invierno frío, intenso y lleno de decepciones deseo con ansia la llegada de la primavera. 
Tiempo de cambio, de renovación. Las desilusiones se han apoderado del invierno y lo han hecho aún más frío si puede. Desilusiones que han llegado como el frío que entra por la espalda, y nunca mejor dicho, por la espalda.

Busqué un abrigo lleno de pelo en el que refugiarme del temporal, pero no fue suficiente.

Espero la llegada de la primavera como la estación a los trenes, como el reloj a las citas. Poder quitarte capa a capa la ropa del invierno sin que duela, abrir la ventana para que entre el sol, para que entren sus rayos llenos de esperanza.


A pesar de estas decepciones, hay que buscar el lado positivo de las cosas y dejar la puerta abierta para que se marche con total libertad aquel que desee salir de tu vida. Incluso debería agradecer su salida ya que dejan hueco para las nuevas personas que demuestran día a día querer formar parte de este recorrido. 

Aunque la cosas se tuerzan, aunque las personas se distancien, si alguien quiere permanecer en tu vida lo hará. Quiero agradecerte que a pesar de la distancia continúes a mi lado.

Al principio el invierno parecía estar lleno de obstáculos, pero al final se han convertido en enormes muros que ocultaban montañas.
Con la llegada de la primavera esos muros se derrumbarán y comenzará una nueva forma de vida junto a aquellas personas que han decidido quedarse y las nuevas que han llegado.
Porque la vida son etapas en las que hay personas que siempre te acompañan, personas que se van y personas que llegan nuevas y traen un halo de esperanza e ilusión, nuevas formas de ver la vida.

Porque la amistad al igual que el amor es capaz de superar muros, subir montañas y reducir la distancia por muy larga que sea.





lunes, 23 de febrero de 2015

Promesas incumplidas

Tantas promesas que nos hicimos, y sobre todo, tantas promesas que hiciste y que caen en el olvido.
Mirar hacia atrás y ver lo imposible de esas promesas, jamás las hubiese cumplido y ya no va a suceder.

De repente un día te das cuenta de que esa persona ya no es necesaria en tu vida. Hacía de lo fácil lo difícil creando así obstáculos dónde no los había.
Respondías a todas mis preguntas y acertabas con todas las respuestas, hasta que un día dejaste de responder y yo dejé de preguntar.
Llegados a este punto todo lo vivido se queda atrás, como un recuerdo pasado, lejano en el tiempo que de momento se queda guardado. No hay ganas de abrirlo sino de dejarlo ahí como una experiencia.

Siempre he pensado que si las cosas suceden es por algo, a veces parece difícil incluso crees que no va a pasar, pero cuando menos lo esperas la vida te golpea para que aprendas, te levantes y continúes.
Cuando parece que no hay salida, es cuando más te conoces a ti mismo y te das cuenta de tus valores y capacidades. Entonces, empiezas a mirar hacia delante de nuevo con ilusión.

Estoy convencida de que a todo el mundo le llega lo que se merece, pero como esta vida no es fácil hay que pasar por días oscuros para valorar más los días claros.

Es curioso que quién un día fue tu mejor apoyo, tu otra mitad, de la noche a la mañana puede pasar a no ser nada, o mejor dicho, puede borrarte de su vida como si hubieses estado dibujada con carboncillo y él tuviese el valor de sacar la goma de borrar y empezar a eliminarte.
Yo soy más de pensar en un papel roto, un papel que aunque lo pegues con celo siempre tendrá marcas de aquellos rasgados.

Y entonces te encuentras de nuevo sola, sola ante la vida como habías estado antes. Sola sin sentir la protección de nadie, sabiendo que si te caes te tienes que levantar porque ya no está ahí para darte la mano. Y lo peor, es que fue el quien te soltó la mano y te dejó caer. Quién prometió que jamás lo haría...lo hizo.

Pero también aprender que tú sola puedes caminar día a día sin la necesidad de ese alguien, sino que te basta con las amistades que te acompañan y que seguro que si te tropiezas te sujetarán.

Y justo ahora, el tintero se ha quedado sin tinta, sólo quedan los restos en mi pluma para escribir el punto y final.


http://eltintero.260mb.net/wp-content/uploads/2013/11/tintero.jpg


domingo, 22 de febrero de 2015

Campeona de triple y de la vida.

Se coloca en su referencia situada en el pasillo de triple, se santigua y coge fuerza para su salto.

Sábado 21 de Febrero a las 17:40, en el Campeonato de España celebrado en Antequera, Patricia Sarrapio pisa la pista con fuerza pues tiene dos objetivos: lograr la mínima para el Campeonato de Europa y convertirse por sexta vez en Campeona de España de Triple Salto.

18:07, Patricia Sarrapio se prepara para realizar su segundo salto. Entusiasmada y nerviosa animaba desde mi casa esperando poder celebrar un buen resultado, y así fue.
Ejerció de nuevo su ritual antes de saltar, se santiguó, golpeó sus muslos con sus manos (muy común entre los atletas), y se colocó en su referencia para comenzar el salto.
Pie izquierdo adelantado, 1,2,3 y así hasta 19 apoyos. 19 pequeños empujones que cada vez le acercaban más a su objetivo. 19 apoyos y batida, 2 apoyos cargados de fuerza y energía, de rabia y esperanza que la empujaban hacia el foso. Un salto que le hizo volar hasta los 13.94 superando con éxito aquella mínima que se le había resistido anteriormente por 1cm.

Y ahí estaba yo, disfrutando con cada apoyo, 21 impulsos de esperanza, de ilusión. Y ahí demostraste la gran capacidad de lucha, esfuerzo y constancia para lograr tus objetivos. Y nos enseñaste de nuevo el gran ejemplo que eres para muchos deportistas y para mí en especial.
Porque te conozco y sé que ha habido momentos de duda, de desilusión pero has sabido coger el camino correcto y el difícil. El camino de no abandonar nunca, y aquí estás de nuevo siendo por sexta vez Campeona de pista cubierta y logrando un objetivo más en tu carrera y en tu vida que ha sido esta mínima. Y no sabes lo que me alegré cuando te vi que lo conseguías, tu sonrisa sé contagió en mi cara, y disfruté, disfruté mucho porque se que a veces no lo has tenido fácil pero también sé que eres muy fuerte y muy capaz de lograr tus objetivos. Aquí tienes los resultados.

Cuando te conocí pensé que serias una atleta seria y al ser profesional, poco accesible. Pero me equivoqué, me has demostrado ser una gran persona y me alegro mucho de poder tener esta confianza contigo para mostrarte mis palabras.

Espero que cada apoyo que sigas dando en la vida siga siendo fuerte y que tus decisiones sigan siendo las correctas. Aunque el camino se ponga difícil y caigas mil veces en un mal sitio del foso, recuerda que tarde o temprano tu marca llegará allí donde estén tus objetivos.

ENHORABUENA CAMPEONA!

Tu cumpliste con tu promesa



Y yo ahora cumplo con la mía.






miércoles, 18 de febrero de 2015

La vida como un salto de altura

Este es un pequeño homenaje a mi pequeña gran pasión. A mi vía de escape, a la salida de emergencia. Porque me ha dado alegrías, me ha ayudado a conocerme más. Porque gracias a ello crezco poco a poco y porque he conocido a las mejores personas que puede haber.
Creemos que el atletismo es un deporte individual, pero no, en la pista el único obstáculo eres tú mismo, pero en los entrenamientos necesitas del equipo para crecer y mejorar. Y ellos son los mejores.

El salto de altura.

Podemos definir el salto en tres fases:

La primera fase es la carrera, en la que cada apoyo cuenta y suma. Es corta pero intensa, corta pero fundamental para el salto.
La carrera es cómo nuestros pasos en la vida, cada paso es pequeño pero cada uno cuenta. Un sólo paso quizás no signifique nada, pero la suma de todos ellos marcan todo nuestro recorrido.

La segunda fase es la batida. En una milésima de segundo se deposita en un único pie toda la fuerza de la carrera.
En un momento decisivo de la vida tenemos que tomar una decisión y ella viene marcada por todos los pasos que hemos ido dando hasta ese momento.

Por último tenemos la fase del arqueo y caída. Esta es la fase del todo o nada. Si el listón se mantiene habremos conseguido nuestro objetivo, si el listón cae es porque algún error hemos cometido.
En la vida es la fase en la que la moneda está en el aire, en la que hemos tomado la decisión y vienen las consecuencias. A veces buenas o a veces malas. Si son buenas es que hemos tomado la decisión correcta, si no lo es, al menos hemos decidido arriesgarnos y aunque no hayamos ganado, hemos aprendido.

La fase del arqueo es la mejor fase del salto, es una sensación de volar, de que nada existe salvo tú en ese momento superando un listón. La sensación de superar obstáculos en la vida. La sensación que te hace aprender y crecer.

Sólo logras avanzar si te pones el listón bien alto porque lucharás por alcanzar esos sueños. Recuerda que debes dejar el miedo escondido porque si no se encargará de que veas el listón inalcanzable.

Cuando superas el listón y mejoras tu marca, ese momento, es indescriptible. Esa alegría, esa sensación de saber que estás haciendo las cosas bien. Esa felicidad que te invade porque te estás demostrando que la lucha constante ha servido. Esa alegría en la vida de conseguir las metas que te propones.
Y aunque a veces parezca que los resultados no llegan, que no logras tus objetivos, nunca abandones porque lo mejor está por llegar. Hay quien lo consigue a la primera pero la mayoría de nosotros podemos caer 1 o 1000 veces y siempre debemos levantarnos para lograrlo.

Cada entrenamiento es decisivo, cada entrenamiento es una pequeña suma de esfuerzo que se te presentará en el salto a modo de recompensa. Cada pequeña caída, cada golpe contra el listón es una nueva oportunidad de levantarte y seguir luchando.
Porque todo el mundo cae alguna vez o muchas veces, pero lo importante es saber levantarse y nunca jamás abandonar.

Por muy difícil que parezca, por muy alto que esté el listón no existirá ninguna razón para dejarlo porque todo se consigue con esfuerzo.

Ahora a coger carrerilla, un buen impulso y enfrentarse a la vida con ganas de superar listones.







martes, 17 de febrero de 2015

Por miedo a perder acabamos perdiendo

Hoy os dejo una frase que invadió mi mente.
Porque a veces en pocas palabras podemos decir o demostrar muchas cosas.
Porque pocas palabras guardan enormes sentimientos.


Una pequeña reflexión sobre nuestras acciones, las decisiones que tomamos. Porque muchas veces por miedo a perder acabamos perdiendo. No nos la jugamos por miedo a perder y quien no arriesga no gana. Es más, quién no arriesga siempre pierde.

Piensa, decide y actúa.


sábado, 14 de febrero de 2015

Carta en la botella

Que ganas de encontrarte, de cruzarnos por casualidad, de conocernos.

Sí, tú, aunque ahora no tengas ni rosto ni nombre sé que algún día lo tendrás, y ese día pasaremos de ser dos desconocidos a ser la perfecta imperfección que quiero conocer.

Sí, tú, y comenzaremos una aventura juntos, viajaremos y conoceremos mil escondites dónde poder disfrutar. Serás el mejor guía para este viaje y yo seré la mejor viajera recorriendo cada uno de tus escondites. Pero también te dejaré que descubras cada uno de mis lunares.

No sabes las ganas que tengo de encontrarte, de cruzarme contigo por casualidad y de que te acabes convirtiendo en mi más bella casualidad, en la casualidad más bonita de mi vida.

Quiero que conviertas los inviernos en veranos con el calor de tus brazos. Que tus pisadas marquen mi recorrido y que mi locura te haga perder los estribos.

Quiero ser la razón de tu sonrisa y que esa sonrisa sea la razón de la mía.
Que nuestras miradas al cruzarse se digan todo y no necesitemos las palabras, pues ya se ocuparán los besos de callarlas.
Quiero que tu cuerpo sea mi mejor escondite y que tus brazos me refugien hasta que encuentre la salida.

Que te conviertas en mi mejor amigo, en mi mayor apoyo. Que tengamos momentos de niños, momentos de amigos y momentos de amor. Mirar juntos en una misma dirección, cumplir juntos nuestras metas y objetivos.

Que seamos todo en diferentes circunstancias, que tu vida sea mi vida y que la mía sea la tuya. 
Quiero ser tú prioridad porque tengo claro que tu serás la mía, y si eso no sucede algo estaremos haciendo mal.

Que te conviertas en mi meta diaria por la que luchar cada mañana, enamorarnos cada día cómo si fuera el primero.        
Que cada mañana nos despertemos pensando el uno en el otro y deseando que giren rápido las manecillas del reloj hasta que llegue nuestra hora, la hora de vernos, la mejor hora del día. La hora de sentir que vale la pena vivir, que vale la pena caer muchas veces y siempre levantarse porque al final llega la recompensa, y esa recompensa serás tú.          

Y ese día todo lo que ha pasado habrá valido la pena, porque si caigo sé que estarás tú para tenderme tu mano, para ayudarme. Y espero, por favor, que nunca me dejes caer. Está claro que muchas veces tropezaremos, a veces juntos y a veces separados pero sé que en el tropiezo nos agarraremos más fuerte y cada vez nuestras manos se entrelazarán más fuerte y nada ni nadie podrá separarlas.

Te pido ante todo sinceridad y confianza, porque yo desde el momento en el que nos crucemos depositaré cada parte de mi sobre tus manos, confiando en ti. Y espero que sepas tratarlo como el regalo se merece.
  
A cambio de tu amor, yo te prometo ser cada día mejor, crecer junto a ti, aprender de ti y  enseñarte. 

Quiero volver a ser la niña que se ponga nerviosa al verte llegar, que se ría con tus tonterías, que me hagas reír y que me piques. Quiero pasarlo bien y disfrutar y lo más importante ser feliz.

Y ahora estoy naufragando en busca de una orilla, en busca del refugio que encuentre esta carta en la botella.

maxresdefault.jpg
Haremos un trato: tú me cuidas y yo te cuido.



               




















jueves, 12 de febrero de 2015

La vida como un examen.

Exámenes tipo test, ese examen tan frecuente en la universidad. 
Esos exámenes en los que un fallo resta, como en la vida, un error puede cambiarlo todo.

Encontrarte en ese momento con una difícil decisión ¿ir con precaución en busca del aprobado o jugártela a fallar?
Pues así es la vida, puedes decidir actuar con precaución evitando tomar decisiones que puedan salir mal o no vivir experiencias por miedo a perder. O bien jugártela, arriesgarte y disfrutar, pues si sale bien habrás ganado y sino habrás aprendido de ello.

Pues así es la vida, un examen constante en el que hay que leer muy bien cada pregunta, cada frase. Pues a veces la vida nos dice "espera" porque está preparando algo mejor para nosotros. Porque cuando las cosas suceden es por algo.

Hay que leer cada pregunta y decidir si arriesgamos o no contestamos, si lo que vamos a ganar es más de lo que vamos a perder, o si al revés, lo que podemos perder es mayor que lo que podríamos ganar.

Hay que saber leer la vida, sin prisa, letra a letra, palabra a palabra, frase a frase.

Pues vida sólo hay una y exámenes hay muchos. A veces salen bien y otras no, pero si una cosa está clara es que la vida siempre nos recompensará por nuestro esfuerzo y que antes o después llegarán las cosas que nos merecemos. Mientras tanto queda luchar y esforzarnos día a día para poder decir un día "yo viví mi vida como quise" "tomé las decisiones que quise y no me arrepiento" "he logrado todo en la vida"

Y así fue, decidí arriesgar en aquel examen y el resultado ha sido satisfactorio, y arriesgué en la vida y me lleve una lección.

Leamos cada segundo de la vida.
Leamos sin prisa, porque las cosas importantes tardan en llegar.
Primero hay que escribir el camino y después llegarán las recompensas.



Lee con calma, piensa las respuestas a cada pregunta y toma las decisiones que creas convenientes porque así, salga bien o no, jamás te arrepentirás.

martes, 10 de febrero de 2015

Importan los actos, no las palabras

Si algo he aprendido en este tiempo es que: las personas no cambian y que lo importante son los actos y no las palabras. 

Si alguien salió o se alejó de tu vida es que algún motivo habría para ello. Por eso, si algún día decide regresar ten en cuenta lo que pasó. 

A veces, con el tiempo uno se olvida de lo que sucedió y cuando llega el momento pensamos que quizás fue una tontería o que esa persona habrá cambiado. ¡Error! La gente no cambia.
Cada uno es como es, nacemos con una personalidad y a medida que vamos creciendo vamos adquiriendo un carácter basado en nuestras experiencias.

No podemos esperar que una pera se convierta en manzana. Si nació siendo pera siempre lo será. 

Las palabras suelen ser las causantes de que nuestras expectativas respecto a ese alguien cambien. No podemos olvidar que hay mucha gente con don de palabra y que saben cómo y cuándo decir algo para que sea creíble. 
Son los actos los que demuestran la realidad de las personas, porque una persona acostumbrada a mentir puede hacerlo en cualquier momento sin ningún tipo de problema. Aunque todos sabemos que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Y es cierto,  siempre se acaba pillando la mentira, pero a veces es demasiado tarde.

En cambio, la actitud, la forma de ser, se puede fingir durante un tiempo determinado pues actuar 24h al día no ha de ser fácil. 
Por ello, son los actos los que describen a una persona y es en los actos en lo que nos tenemos que fijar para valorar si merece la pena o no.

Pero si esa persona salió de tu vida no olvides que por algo fue. Ysi tantas ganas tiene de regresar,  estate atento porque por algo lo hará. 

Y por esto, las segundas partes nunca fueron buenas. 
(Aplicable a todos los ámbitos de la vida)

lunes, 9 de febrero de 2015

Mejor decirlo a quedarnos con la duda

Misma hora, mismo vagón.
Es destino nos unió, aunque no supimos aprovechar la oportunidad.

En la vida podemos elegir cada cosa que hacemos, cada decisión que tomamos. Pero hay algo que no elegimos y que nos afecta a todos alguna vez en la vida sin importar nuestro nivel adquisitivo, nuestro físico, nuestras actitudes, nuestra forma de ser o las decisiones que hayamos tomado a lo largo de nuestra vida.

Si amigos, hablo del amor. Aquella palabra tan bonita cuando todo va bien y tan odiosa cuando algo salió mal.

El amor silencioso, aquel que callamos. Ese amor imposible que sabes que nunca va a suceder pero que todos los días sueñas con el momento en el que suceda. 
Dicen que en esta vida nada es imposible y quizás tengan razón, pero cuando se trata de algo en el que participan dos individuos las cosas se complican. De nada sirve que tú sientas si no eres correspondido.

Y aunque no lo creáis hay miles de personas que viven de amores imposibles, que viven de esperanzas de que algún día suceda. Que se enamoran día a día de simples recuerdos como un saludo cordial o una mirada casual.

El amor imposible, ese amor que rompe el corazón profundamente y de una manera lenta. Ese amor que hace que te engañes a través de esperanzas aunque sepas que nunca va a suceder. Ese amor en el que uno sueña con el momento y la otra persona, quizás, ni se lo haya planteado. Ese amor. 

Pero así es la vida, a veces sorprende y otras hace daño. Dónde uno ve amistad otro puede ver amor y viceversa. Y quien sabe, a lo mejor quien un día vio amor ahora sólo ve amistad y quien jamás se lo planteó ahora sueña con ese momento.

A veces, muchas veces, no somos correspondidos y aunque cueste hay que aceptarlo. Hay que verlo con esperanza de que si no sucedió fue por algo. Aunque solemos ser nosotros mismos los culpables por callarnos, por no dejar a las palabras fluir cuando lo están deseando, por preferir sufrir por dentro a intentarlo, por quedarnos con la duda de "qué habría pasado si..."

Hay que recordar que esta vida  está hecha para valiente, para aquellos que afrontan los obstáculos de cara, que prefieren recibir un no a vivir toda la vida con la duda.

Mientras, seguiré cogiendo el mismo vagón a la misma hora esperando volver a verte.


mundodiario.com

viernes, 6 de febrero de 2015

Pregúntale a la luna

Pregúntale a la luna, que fue testigo de cada uno de los instantes que pasamos juntos.

Una parte importante que iluminaba cada camino que recorríamos, cada senda que atravesábamos y cada huella que dejábamos. Iluminaba nuestras pisada por si en algún momento nos perdíamos, por sin darnos cuenta nos alejábamos y así poder encontrarnos de nuevo.

Y aquellos encuentros tras las pérdidas dónde la luna iluminaba nuestro cuarto y con él nuestros deseos. El deseo de hacernos mejores día a día, de ser felices juntos.

¿Recuerdas? compramos aquel libro, y esa misma noche empezamos a escribirlo con nuestra historia bajo la luz de la luna. Esa historia que sólo tenía presente y futuro y que en cada trazo nos olvidábamos de que toda historia tiene un final.

Y gastamos el lápiz. Y manchamos las hojas. 


Las manchamos de dulces momentos, de risas perfectas, de inocencia de niños y de esperanza, de mucha esperanza. Pero de nuevo se nos olvidó el final.


Y continuamos buscándonos y encontrándonos. Soñándonos y viéndonos, mientras la luna disfrutaba de aquel amor, de nuestro amor.


Pero un día, después de mucho tiempo, nuestra manos dibujaron los trazos que llevaban al final. Un final inesperada, pero un final necesario. Y como no supimos escribirlo desde el principio, aquel libro de historias perfectas manchado de amor, terminó siendo firmado con nuestras manos mediante un punto y final.
Con aquellas manos que se había estado entrelazando todo este tiempo, aquellas manos que habían acariciado mi piel, esa piel que se revolucionaba al sentirte. Y los labios, esos labios que se abrieron por última vez para pronunciar aquellas palabras, aquellas dolorosas palabras.Y aún recuerdo como tus ojos me miraban pidiendo disculpas, disculpas por aquel amor que no supimos reconducir. 
Pero teníamos que darnos cuenta  que lo exprimimos al máximo y que tenía que tener un final, que aunque no pudo ser bonito, aunque dolió, se curó sin infectar.


Y todo esto bajo la atenta mirada de la luna. Aquella luna que, aunque no le faltaron ganas, no se podía apagar. Porque no olvides, amor, que la luna no era sólo nuestra. Algún día ella volverá a ser testigo de nuestra historia, pero esta vez será tu historia y mi historia escrita en diferentes cuadernos.

Una cosa está clara, no podrán igualar nuestro libro, porque cada historia es única e irrepetible.
Aunque estoy segura de que será bonita y quizá mejor que la que tuvimos.
Podremos lograr alcanzar aquella felicidad que no nos supimos dar.

Y no te olvides de preguntarle a la luna que fue lo que nos pasó.
Y recuerda preguntarle que será lo que vendrá.






miércoles, 4 de febrero de 2015

Róbale las horas, minutos y segundos

Llegados a este punto, he decidido mirar atrás y me he dado cuenta de que siempre he intentado hacer feliz a las personas que me rodean (y espero haberlo conseguido). Pero muchos habrán notado que ya no es así, incluso piensen que ya no soy la misma. Pues si sigo siendo la misma, sólo que he decidido dedicarme a hacerme feliz.

Estoy en el mejor momento, en mi momento, pues he aprendido mucho de todo lo vivido y me he dado cuenta que cuando uno hace lo que desea en cada momento, sea cual sea el resultado se puede sentir satisfecho de las decisiones tomadas.

Ahora mismo siento la necesidad de ser feliz, de no cerrarme a nada ni nadie, sino de abrirme a todo. Tomar las decisiones que más me convengan o hacer lo que más me apetezca en cada momento sin sentir ningún tipo de presión.

Sólo tenemos una vida, y dentro de ella sólo hay una niñez, una adolescencia, una juventud, una madurez y una vejez y por ello hay que saborear segundo a segundo de cada etapa.

Y la juventud es la etapa de quitarse ataduras, de salir ahí fuera a luchar por los sueños, de conocer gente, de disfrutar de tu gente y de ir creándote poco a poco el futuro que está por llegar.

Porque quiero que mis recuerdos de esta etapa sean geniales, quiero sentirme que le he absorbido todas las agujas al reloj, con sus horas, minutos y segundos. Y eso no implica perder la cabeza, sino dejarse llevar.


Sé que este es mi momento
y sé que voy a vivirlo.

http://www.lamparassevilla.com

martes, 3 de febrero de 2015

Tú, mi canción

Hoy mientras esperaba el metro, he encontrado la mejor situación en la que inspirarme para escribir.

En el andén de enfrente esperaba un matrimonio de unos aproximadamente 80 años, y sé que eran matrimonio porque en ningún momento sus dedos han dejado de estar entrelazados. Ambos esperaban juntos la llegada del tren.

En ese momento me he dado cuenta de lo bonita que es la vida.
Lo bonito que tiene que ser cumplir años y ver que la persona que un día entró en tu vida, aún permanece en ella y que ambos vais creciendo a la vez, al igual que vuestro amor.
Esa persona que esté a tu lado hasta los últimos días de tu/su vida, mostrándose como la columna que te sostiene. Pues la mayoría a esa edad precisa de alguien que sea sus manos, sus ojos, sus piernas o tan sólo su mayor apoyo.


Como esa canción que un día suena en la radio y sientes que es tuya, con ese estribillo que no paras de cantar. Pueden sonar mil canciones nuevas que ninguna va a ser capaz de reemplazarla. Pues así es la vida, en ese consiste, en encontrar a aquella persona que sea irremplazable, que sea tu canción.
Aquella persona que con sólo mirarte te esté cantando esa estrofa que tanto te gusta o que con un beso te lleve a ese estribillo que cada vez suena con más fuerza.


Eso es, tomar las decisiones que creas convenientes, aquellas que hagan que tu presente sea perfecto y tu futuro una garantía de felicidad.

Y eso es exactamente lo que ha hecho el matrimonio del andén, supieron encontrar las respuestas a sus preguntas el uno en el otro, y decidieron que era la persona con la que quería responderlas todas, una por una.
Y ahí estaban, tan bonitos, tan perfectos, tan enamorados.


Porque la belleza de la vida está en la esencia de las cosas más pequeñas.
Lo que un día puede ser una casualidad, se puede convertir en la mejor casualidad de tu vida. 
En aquella canción que siempre escuchabas, en aquel estribillo que jamás olvidarás, en aquella estrofa que tarareabas. Y en ese momento, en esa casualidad, esa persona convertirá tu canción en algo real, siendo tu estribillo, tus frases favorita y la melodía de tu vida.


Porque algún día se convertirá en tus ojos, tus manos o tus piernas. Será la persona que te anime a seguir luchando día a día a pesar del cansancio, la edad o enfermedades. O quizás, seas tú quién se convierta en ese apoyo, en esa columna que sujete todas sus estructuras que se van fracturando poco a poco, día a día.

Pero una cosa está clara, en ese momento podréis ver lo bonita que fue la vida, lo bonita que fue vuestra canción.



Siempre será tu sonrisa, tu felicidad. 

lunes, 2 de febrero de 2015

Aquellos tipos

Dícese de aquellos que primero te enamoran y luego te abandonan.

Me voy a basar en una estadística, partiendo de una muestra de 7 jóvenes.
Estas 7 jóvenes durante el año pasado tenían pareja, pero 5 de ellas acabaron el año solteras. Las otras 2 aún resisten y permanecen enamoradas.

Lo más significativo es que las 5 solteras recibieron los mismos mensajes de sus respectivas parejas a la hora de finalizar la relación "no eres tú, soy yo" "No sé lo que quiero y no quiero hacerte daño" ¿mucha casualidad no? 

Chicos ¿de dónde sacáis estas excusas? si no queréis hacernos daño, aclarar vuestras ideas antes de bucear en el interior de una persona. Porque muchas veces dais el paso pensando que es "la mujer de vuestra vida" pero luego no la sabéis cuidar como tal.
Algunos, incluso llegan a realizar un cambio de 365º con tal de conquistar a aquella mujer especial.

En cambio, nosotras intentamos protegernos de este tipo de chicos, pero a veces nuestro detector femenino no funciona o lo apagamos nosotras mismas. Y así pasa, al verles que han cambiado pensamos que han madurado, que ya saben lo que quieren. Entonces les ponemos nuestro corazón en una bandeja sobre sus manos, dejándoles hacer con él lo que quieran.  


Es aquí dónde llega la primera fase:

Tras un tiempo (a veces largo, a veces corto) tanteando el terreno, una vez que se encuentran cómodos ¡atacan! y entonces nosotras caemos son más, pues llevábamos esperando este momento días, semanas o incluso meses.


Y es aquí cuando os empezáis a conocer, él se muestra súper detallista, cercano, se preocupa de lo más mínimo, y tú te esfuerzas cada día para dejarte llevar y sentir igual que él.


En este momento tiene lugar la segunda fase: El juego del amor.

Es la esencia del amor, ambos se dejan llevar, disfrutan el uno del otro, las horas se les pasan como minutos. Todo es perfecto.
Te das cuenta de que esa persona cada vez se ha ido haciendo un hueco mayor en ti. Ya no hay vuelta atrás, te has enamorado...
Es normal con tanta complicidad, con grandes momentos de pasión, planes juntos, viajes... y todo lo que hacen las parejas en el mejor momento de su relación.

A partir de aquí ya no puedes imaginarte una vida sin él (nos guste o no chicas, es así) 
Y es cuando llega el momento más dramático capaz de imponerse en esta preciosa historia de amor.
Ahora resulta que ayer te quería y no se imaginaba una vida sin ti. Y si, hablo en pasado porque hoy ya no eres nada, se ha dado cuenta de que no sabe lo que quiere y por ello como no quiere hacerte daño prefiere dejarte.


Entonces chicos ¿por qué no os aclaráis? 
Hoy te quiero pero mañana no.

No te quiero hacer daño, pero te dejo.

¿Y en qué momento nos dejan? ¡Cuando más pilladas estamos! con perdón de la expresión...¡qué cabrones! pues se han cansado de nosotras.

Así que mientras nosotras nos ahogamos en nuestras propias lágrimas y en la tarrina de chocolate. Y nos abrazamos a la almohada y a la manta, ellos parece ser que están en otro mundo averiguando cual es la vida que quieren.


Pues sinceramente chicos, para esto no vengáis. 
Dejarnos disfrutar de nuestra soltería, mientras decidís que hacer con vuestra vida.
Y cuando lo hayáis decidido y tengáis claras vuestras ideas:


venís, nos conquistáis y nos queréis para toda la vida.